Poco después, ella me aconsejó a regresar a la sala y descansar un poco, pero en realidad me llevó a la fuerza a la oficina del director, donde sólo estaba Patricio. Después de acompañarme allí, Ivanna volvió a la UCI, Patricio le dijo a su asistente: Vete y espera afuera,
Luego se acercó a mí. Mientras lo miraba aturdida, é extendió la mano y me tocó suavemente el rostro, preguntando con ternura: -¿Te duele?
En ese momento, me derrumbé por completo y lloré desconsoladamente. Agarrándome a su cuello mientras lo observaba impotente, no dejé de suplicar: -¡Por favor, salva a mi hija! Ayúdame a encontrar al mejor médico, te lo pido…
Patricio me abrazó y susurró suavemente en mi oído: -No te preocupes, ya encontré al mejor neurocirujano en la ciudad Fluvial. Tranquila, el director ya envió a recogerlo y estará aquí pronto. Debes mantenerte fuerte para cuidar de tu hija, ¡Todo saldrá bien, créeme!
-¡Ten–tengo que hacer que la familia Cintas pague! ¡Haré lo posible para que Alejandro
por ahora. termine en prisión! —siseé con rabía. Esa era mí única convicción
Él no respondió, simplemente me acarició gentilmente la espalda.
Al poco tiempo, Ivanna fue corriendo a decirnos que el experto había llegado y había ido a la
UCI
Sorprendida por la noticia, me precipité hacia allí.
