Capítulo 76: Un Plan Excesivamente Elaborado
Dudé por un momento, pero finalmente lo miré y le pregunté: -¿Por qué… me tratas así de bien?
Patricio sonrió y de repente se movió a mi lado, extendió la mano y acarició mi cabeza, como si toda la habitación se llenara de luz.
Me sentí un poco aturdida, este hombre sabía cómo seducir.
-Porque me gustas, ¿Esa razón te parece suficiente?
Mi rostro se volvió instantáneamente rojo. A pesar de estar casada, algo dentro de mí se emocionó. ¿Podía creerle?
Estas palabras dulces solo podrían engañar a una joven, ¿pero qué le gustaba de mí?
Mi matrimonio estaba en ruinas, ¿cómo podría alguien gustar de una mujer divorciada? Sentí la ironía en mis propios pensamientos.
Patricio notó mi cambio de expresión y dejó de hablar. Me abrazó por la cintura y dijo: -No te compliques tanto, hay muchas razones para gustar de alguien.
Lo miré con desaprobación, me liberé de su abrazo y empecé a comer. No iba a desperdiciar una cena tan deliciosa.
Él me observó disfrutar de la comida y sonrió ampliamente. Tuve que admitir que mi estado de ánimo mejoró de repente.
Después de la cena, Patricio mandó a su sirviente a recoger la mesa.
Luego comenzó a explicarme algunos proyectos. Dijo que era un conjunto de proyectos clave, pero que una parte se había subcontratado a una empresa llamada Wharton. Cuando escuché ese nombre, me sorprendí y le pregunté: -¿Wharton?
Asintió con la cabeza.
Por supuesto que conocía Wharton. Esa empresa de construcción era la misma que Hernán había registrado a nombre de Sofía.
No sé por qué, pero tenía un extraño presentimiento. Todo esto parecía demasiado elaborado, como si cada paso estuviera planeado para empujarme hacia adelante sin posibilidad de retroceder.
Si retrocedía, nunca podría vengarme de Hernán.
Si seguía adelante, había riesgos desconocidos en mi camino.
Al final, no tenía elección.
+15 BONUS
Todo parecía estar en manos de Patricio, pero no podía entender por qué me estaba ayudando de esta manera. ¿Será que realmente lo hace por afecto? Ni yo misma lo creía.
De alguna manera, sentía miedo.
-El motivo de darle este proyecto a Wharton es para ayudarte a vengarte de Hernán, a menos que aún tengas sentimientos por él y quieras darle otra oportunidad- me miró y dijo, Puedes considerarlo.
No le respondí, mi mente de repente se llenó de confusión.
Continuó: -Este proyecto se puede firmar a nombre de tu empresa, como una forma de retribución a la Corporación FuenteRico. Seguro que quieres agradecer a Rico.
-¿Firmar este proyecto a través de mi propia empresa?-le pregunté con cautela.
-¿Para qué registraste la empresa entonces? ¿Solo por apariencia?– me cuestionó-, si no firmas este proyecto, ¿cómo recuperarás lo que te pertenece?.
Quedé completamente atónita, el plan era demasiado meticuloso, y ya parecía ver el triste destino de Hernán.
Patricio me miró, extendió su mano y me atrajo hacia su abrazo, apretándome con fuerza por
un momento.
-Tal vez deberías tomarte un tiempo para pensarlo- dijo mientras besaba mi frente-, tómate tu tiempo y descansa.
Luego, se dio la vuelta y salió de la habitación, cerrando la puerta suavemente.
La habitación estaba vacía, y todo a mi alrededor estaba en silencio. Podía escuchar los latidos de mi corazón. Ante un plan de venganza casi perfecto, tengo que admitir que me sentía asustada.
No sabía si era emoción o simplemente la clara visión del destino de Hernán lo que me perturbaba. De cualquier manera, me encontraba sumamente desconcertada.
Lo que más me preocupaba era el sentimiento de Patricio hacia mí, no podía encontrar una razón lógica de ninguna manera.
