Capítulo 24
En la fiesta de cumpleaños de la abuela Brisa, gritos resonaron por todo el lugar cuando una torre de champagne de diez pisos se derrumbó estruendosamente, provocando que los invitados huveran en todas direcciones.
Elián escoltó a Lua lejos de los escombros de vidrio y del champagne que se derramaba.
Incontables fragmentos de vidrio golpearon a Ellán.
Sus gafas de sol se deslizaron ligeramente por su nariz agulleña, y una esquirla de vidrio le causó un corte en el pomulo.
Elián, con un semblante frio e indiferente, apretó más fuerte el hombro de Lúa.
Lúa fue levantada en brazos por el hombre, y al darse cuenta de la posición en que se encontraba en sus brazos, ¡le pareció completamente absurdo!
Pronto, Elián la llevó a un lugar seguro.
Cuando Lúa volvió a poner los pies en el suelo, notó cómo el rostro del hombre se endurecia.
Elián giró la cabeza, evitando el contacto visual con Lúa.
Internamente maldijo, “¡Mierda!” ¿Por qué se estaba poniendo nervioso de repente?
¿Acaso no podia soportar ver a Lúa herida?
Incluso antes de que su mente lo procesara, su instinto ya había actuado para protegerla con su cuerpo.
“Estás sangrando“.
Lúa vio la sangre brillante correr por la mejilla del hombre.
El hombre con la cara herida, de hecho, lucia más atractivo y salvaje que nunca.
El calor del abrazo de Elián dejó un temblor en Lúa, quien queria distraerse con algo más, ignorando las sensaciones dentro de su cuerpo.
El hombre respondió con voz fria y dura, “No es nada.”
“Lúa, ¿estás bien?”
Axel se apresuró hacia ellos, su mirada se posó en Elián.
El habia estado cerca de Lúa, su mano ya casi la tocaba. Pero entonces, ese hombre la envolvió en sus brazos y la alejo.
Lúa negó con la cabeza a Axel, y luego vio a Celina en el suelo, con numerosos vasos de vidrio destrozados sobre su cuerpo.
Celina yacia inmovil, con gemidos de dolor emanando de su garganta.
La gente alrededor estaba tan asustada que la abuela Brisa, con el corazón palpitante de miedo, dirigia a los meseros para sacar a Celina de entre los montones de vidrio.
La mirada de Lúa volvió a Elián, cuya espalda estaba llena de fragmentos de vidrio, como si fuera un erizo.
No solo su espalda, sino también las piernas de su pantalón estaban llenas de fragmentos, algunos habian perforado el pantalón de Elian e incluso se habían incrustado en su piel.
Estaba vestido de negro y empapado en champagne, asi que Lúa no podia decir si él también estaba sangrando.
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“Le pediré a Axel que te preste ropa limpla para que te cambles y luego te llevaré al hospital,”
El hombre frunció el ceño ligeramente y se quitó la chaqueta del traje, “No uso ropa de segunda mano.”
Axel dijo. “Tengo un traje nuevo en mi habitación del hotel.”
Generalmente, para estar preparado para cualquier eventualidad en una flesta, los sirvientes siempre tienen varias mudas de ropa para sus amos.
Elian rechazó Iriamente, “No lo necesito.”
La mirada de Axel se oscureció, este guardaespaldas claramente no tenia a nadie en alta estima, ni siquiera agradecía el ofrecimiento de un traje nuevo y costoso,
Lúa preguntó, “¿Cómo vas a ir al hospital sin camblarte a ropa limpia?”
“Iré a comprar algo nuevo. La respuesta de Ellán fue concisa.
Afuera del hotel habla tiendas de las principales marcas de lujo, pero para los demás, Ellán no era más que un simple guardaespaldas.
Delante de Axel, Lúa solo pudo decirle a Elián, “Vamos, te llevaré a comprar ropa nueva.”
Elian sabia que Lúa decia esto para evitar sospechas, así que la siguió hacia afuera, mientras Axel se quedaba en su lugar, pensativo, mirando cómo se alejaban.
Lúa llevó a Elián a una tienda de lujo y eligió rápidamente un traje, dando las medidas de Elián al dependiente.
El hombre con gafas de sol, impregnado de sangre y alcohol, arqueó ligeramente las cejas,
¿Cómo es que Lúa conocía sus medidas tan exactamente?
El dependiente les invitó a la sala VIP y Lúa despidió al empleado y cerró la puerta. “Déjame sacarte los fragmentos de vidrio de la pierna y luego quitate los pantalones.”
Lúa pensó para si misma, ¿cómo es que al final resultó sirviendo a este señor?
Aunque Lúa estaba enojada con ese hombre por estar lleno de heridas, heridas que se hizo protegiéndola, tragó su resentimiento con fuerza.
Se agachó detrás de él, sacando los fragmentos de vidrio que se habían clavado en sus pantalones y en su pierna.
Elián podia sentir cómo los dedos de Lúa se movian sobre su pierna, incluso tocando la parte interior.
“¡Tsk!” Su lengua se deslizó por el interior de sus dientes.
La mano de la mujer se extendia hacia arriba, y una nerviosa vibración recorrió la frente de Elián.
“¡Lúa! ¿Qué estás tocando?”
Lúa conocía demasiado bien lo que significaba ese tono en su voz.
Ella soltó una risa fría, y con ironia dijo: “Elián, ¿no estarás siendo un poco demasiado sensible?”
Lúa quitó un pequeño trozo de vidrio de los pantalones de Elián. Luego revisó cuidadosamente para asegurarse de que no quedaran más fragmentos en la tela.
Elián se esforzaba por controlar su respiración cuando escuchó a Lúa decirle: “Fui al auto a buscar algodón con alcohol y pomada. Ponte unos pantalones cortos después, y te rociaré algo de medicina en la herida detrás de tu muslo.”
Ella estaba muy cerca de la pierna del hombre, y su cálido aliento caía sobre la pierna de Elián, haciendo que
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se le etizara la piel bajo la tota
Et coda vas pensaba que esta mer estaba aprovechando la oportunidad para seducido. La vas de Eta se ei melaporka yo me la aplis are
Lua levando la vista y de lanzó esa mirada despustiva al hombre
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Cuando Eban se dio la vuelta y La estaba a punto de levantarse, su cabeza choco directamente con la hebilla metálica dot cinturon del hombre
A Lua solo vio oscuridad mientras calan sobre su cabeza los juramentos del hombre.
“AX?”
Quando volvió a ver la luz, Elian agano la ropa nueva y los suministros médicos del sola y se durato al vestidor con pasos largos
Lua se froto la frente y espero afuera por un buen rato, hasta que desde el vestidor, la voz de Elian se hizo oir: “Los pantalones son pequeños, traeme una talla mas grande.”
Lua dijo sin pensar, “¿Estás engordando en la mediana edad?”
Atraves de la cortina, podia sentir la ira del hombre elevandose,
Señorita Rios, si no hubieras estado tocando mis piernas, ahora mismo cabria en estos pantalones talla M. djo Elán, caramente apretando los dientes,
Lua, con una cara de inocencia, se levantó y pidio al dependiente que trajera pantalones de una talla más grande.
Despues de un rato. Elian salió del vestidor.
Lúa miró al hombre con una cicatriz en su pomulo y dijo lo que tenia que decir, “Gracias por protegerme en ese momento.”
Ella habia pedido a Elian que fuera su guardaespaldas solo para fastidiarlo; Lúa nunca tuvo la expectativa de que este hombre realmente actuaria como tal en un momento critico.
El hombre enrollo un largo rosario de corazones púrpuras alrededor de su muñeca tres veces, con un rostro frio y distante. “Si realmente quieres agradecerme por salvarle la vida, entonces dame el contacto de Galeno.”
